Cuando los dientes de una persona o la estructura de la mandíbula no se ajustan correctamente, el tratamiento de ortodoncia puede ser necesario para enderezar los dientes y promover la función ideal. Estos problemas, como maloclusión (o malas mordidas), pueden causar dificultad para hablar, el desgaste prematuro de los dientes y el esmalte de protección e incluso aumentar el riesgo de lesiones a los dientes y las articulaciones de la mandíbula, si no se tratan. Debajo se presentan fotografías reales de pacientes tratados en nuestra oficina.
En un prognatismo, la mandíbula se extiende, causando los dientes inferiores a sentarse delante de los dientes superiores.
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Problemas de espacio pueden ser causados por los dientes perdidos o pueden ser sólo una cuestión estética.
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La apariencia y función de los dientes se ven afectados por la protrusión de los dientes frontales superiores. Se caracteriza por los dientes superiores demasiado adelante extender o no extender lo suficientemente hacia adelante de los dientes inferiores.
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Apiñamiento se produce cuando los dientes tienen espacio insuficiente para estallar de la encía. Apiñamiento puede ser corregido por expansión, y muchas veces, extracción de dientes puede ser evitado.
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En una mordida crusada, los dientes superiores estan dentro de los dientes inferiores, y puede causar crecimiento de mandíbula desalineada y estratificación de diente.
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En una sobremordida, los dientes superiores se extienden sobre los dientes inferiores, causando a veces los dientes inferiores a morder el paladar de la boca.
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Masticar correcto es impactada por una mordida abierta, en el que el delantero superior e inferior de los dientes no tienen contacto. Una mordida abierta puede ser causado por habito de chuparse el dedo o metiendo la lengua en el medio de la mordida, causando que los dientes no pueden cerrar.
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Una línea media que no coincide es evidente cuando la mordida posterior no encaja y coincide apropiadamente. Esto puede afectar negativamente la mandíbula y la función dental apropiada.
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El “Temporomandibular conjunta,” más comúnmente conocida como la “articulación de la mandíbula” (ATM), ayuda a los básico movimientos de apertura y cierre de la mandíbula. Lamentablemente, esta unión es un espacio común para el dolor recurrente. Aunque una piensa que sonidos en la mandíbula indica una disfunción de la ATM, esto no es siempre cierto. Muchas veces, la mandíbula está funcionando correctamente incluso si un sonido de “chasquido” está presente al masticar o hablar.
Ofrecemos un examen de ATM que evalúa el tejido en la “bisagra” de la mandíbula. Posibles problemas incluyen hinchazón, deterioro del tejido o tejido dañado de la articulación (que amortigua los huesos de la mandíbula durante la apertura y el movimiento de cierre de la boca). Analgésicos comunes y compresas frías pueden proporcionar alivio temporal para la mayoría de los casos de ATM.
Para los casos más graves de ATM, recomendamos tratamientos alternativos. A menudo, sugerimos usar un protector bucal para aliviar rechinar los dientes. En algunos casos, le indicará que utilice aparatos ortodónticos o retenedores para aliviar molestias o redirigir el posicionamiento de la articulación de ATM. Para los casos más severos de ATM, podemos recomendar algunos procedimientos invasivos.
Usted puede preocupa de succión del pulgar de su hijo y preguntarse si es perjudicial, a qué edad debe detener su hijo/a, o lo que podría suceder si su niño no se detiene.
Chupar es un reflejo natural que relaja y conforta a bebés y niños pequeños. Los niños generalmente cesan chupando el dedo cuando los dientes frontales permanentes están listos para estallar. Cuando los bebés crecen, la “sensación” de succión puede servir muchos propósitos. Cuando se chupe el dedo, un bebé se siente seguro y feliz. Los niños pequeños también pueden aspirar para calmar a sí mismos y puede ayudar a inducir el sueño. Normalmente, los niños pare entre 2 y 4 años de edad.
Pero con el tiempo, chupando puede causar problemas con la alineación de los dientes, así como causar cambios en el paladar de la boca. Chupando el dedo que persiste más allá de la erupción de los dientes primarios puede causar crecimiento inapropiado de la boca y desalineación de los dientes.
La duración y la intensidad de la succión son dos factores principales que determinan la gravedad de los problemas dentales que puede resultar. Por ejemplo, si un niño sólo descansa pasivamente su pulgar en la boca, él o ella es menos probabilidad de desarrollar problemas en contraste con un niño que se chupa vigorosamente el pulgar u otro elemento. Si usted nota chupando prolongada o vigorosa, por favor hable con su dentista. A pesar de todo, si detecta cambios en los dientes de su hijo debe consultar a su dentista para evaluar la situación específica.
Consejos para parar de chupar el dedo
Si no funcionan los consejos anteriores, recordar al niño de su hábito por vendas el pulgar o poner un calcetín en la mano durante la noche. También hay pintura amargos medicamentos para recubrir el pulgar como un elemento de disuasión.
También hemos encontrado que el libro en ingles, “David Decides”, escrito sobre ideas para parar de chupar el dedo, puede ser eficaz para detener el niño de chupar el dedo. Este libro está fácilmente disponible en librerías y por el Internet en sitios como Amazon.com.
Una solución para chupando el dedo es un aparato que se llama una “cuna palatal fijo”. Este aparato se pone en los dientes superiores del niño por un ortodoncista. Se coloca detrás de los dientes superiores sobre el paladar de la boca. La cuna consta de aritos semicircular que estén sujetas a molares utilizando bandas. Los aritos inoxidable se colocan detrás de los dientes superiores, y son apenas visibles. La “cuna” generalmente detena el hábito dentro del primer día de uso.
Empujando la lengua es cuando el paciente presiona su lengua contra los dientes superiores, generalmente al tragar, hablar o cuando la lengua esta descansando. Si metiéndole es constante, esto puede causar problemas con el alineamiento de los dientes y debe fijarse. Un porcentaje significativo de pacientes de ortodóncia tienen alguna forma de hábito de lengua que causa el desplazamiento de los dientes o afectado el desarrollo de mandíbula causando que necesitan refuerzos de empuje. La persistencia de un empuje de la lengua puede prolongar el tratamiento de ortodóncia, evitar la corrección o provocar recaída del resultado de la ortodoncia.
Preferimos corregir la lengua utilizando un aparato protector buccal. Otras veces, un aparato más permanente es prescrito y sólo se puede ajustar por nuestra oficina.
